miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Adultos comiendo potitos?

Hoy navegando por la red he encontrado el siguiente enlace:

http://larazon.es/noticia/2541-dieta-de-los-potitos-con-la-comida-no-se-juega

El hecho de que personas (mejor dicho, mujeres) adultas sacrifiquen su vida y su paladar para conseguir un cuerpo 10 y así no tener que pasar por el quirófano me parece espeluznante... ¿a qué aspiramos en la vida?



Por si no ha quedado lo suficientemente claro en la publicación reitero que los potitos comercialmente vendidos para bebés (perdonad quería decir criaturas) aportan una energía ínfima (aproximadamente 100 kcal) en comparación a los requerimientos de una persona adulta y aunque tomemos 14 unidades a lo largo del día, la energía va a estar en déficit. Aquí sucede igual que en la entrada del campamento: déficit de energía = pérdida de peso muy rápida = recuperación del peso perdido aún más rápidamente en cuanto se abandonan estos hábitos (imagino que ninguna de estas celebrities piensan estar alimentándose de potitos el resto de sus días).

Que conste que yo no tengo nada en contra de esta forma de preparados (soy una amante de los 8 cereales con miel desde que tengo uso de razón) pero de forma esporádica y siempre dentro de una dieta variada. Otra cosa es que cuando hablo de potitos no me refiero a las papillas (por cierto muy saludables) que el endocrino Antonio Escribano del Sevilla F. C. les proporciona a sus jugadores para recuperar mucho antes el glucógeno perdido en el terreno de juego, convirtiéndose de esta forma en una eminencia en el mundo del deporte y del toreo. Estas papillas son preparados naturales que al estar licuados se absorben más rápidamente facilitando la recuperación del deportista.

Respecto a la artífice de esta "genialidad" (de la dieta de los potitos) deciros que se llama Tracy Anderson y que tortura a famosas como Madonna, Jennifer Aniston, Shakira y un largo etc. con unos métodos nada ortodoxos. Investigando a esta mujer en profundidad he descubierto que a los 18 años se desplazó a Nueva York para hacer realidad su sueño de ser bailarina pero esta carrera se vio truncada por su sobrepeso... ¿estará intentando pagar sus frustraciones personales con mujeres que sí han alcanzado el éxito en su vida?

Lo más vergonzoso de todo es que debido a esta sociedad tan superficial en la que vivimos probablemente al saber de la existencia de esta dieta muchas adolescentes (y no tan adolescentes) con trastornos del comportamiento alimentario y con falta de autoestima pretendan conseguir el éxito y la felicidad en la vida a base de potitos. Penoso.

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