martes, 3 de agosto de 2010

Adelgazar sin cambiar los hábitos

Todos los años lo mismo: antes de empezar el verano juramos y perjuramos que es el último año que nos pilla el toro cuidándonos pero cuando llega septiembre (este periodo se puede extrapolar a las vacaciones de navidad) nos olvidamos de estas promesas y seguimos comiendo como si se avecinara el día del juicio final. Esto se va a acabar porque os voy a dar unos consejos para que los platos de siempre tengan el mismo sabor pero con menos calorías.
  • Las ensaladas son un primer plato perfecto en cualquier época del año pero corremos el riesgo de cansarnos si todos los días comemos de primero lechuga con tomate y cebolla. Para que no suceda esto lo ideal es combinar todos los grupos de alimentos y tomarlos en forma de ensalada y aquí lo único que hay de limitación es la imaginación (y las raciones, por supuesto): ensalada de patatas, con cuscús, de pasta, de arroz, de alubias, de garbanzos... así es imposible aburrirse.
  • Mucho cuidado con los aderezos y salsas, yo os recomiendo que la ensalada se aliñe con vinagre, sal y especias. Si os gusta añadirle aceite como mucho una cucharada sopera (son unos 10 ml que equivalen a 90 kcal) y siempre desde una aceitera que tenga la boca muy pequeña. De las salsas mejor nos olvidamos pero si os apetece mucho (y siempre de forma muy puntual) mejor hacerlas en casa y controlando lo que se le echa.
  • Para los segundos platos alternar siempre entre carne y pescado y cocinarlos con técnicas culinarias que aporten poca energía: al vapor, en papillote, a la plancha. Con respecto a las frituras y a los estofados no hace falta que os diga que aportan mucha energía de forma innecesaria pero, al igual que siempre, se pueden comer de vez en cuando. Como nota informativa os recuerdo que por regla general la carne aporta unas 100 kcal más que el marisco o el pescado.
  • De postre fruta y si es de temporada mejor que mejor. Si os apetece un postre dulce lo ideal es hacerlo en casa y utilizar edulcorantes artificiales en lugar de azúcar.
  • Con respecto a la bebida os recomiendo la gran estrella, el agua: refresca más que ninguna y no engorda. En caso de que queráis alternar pedid refrescos "light" o cerveza sin alcohol.
  • Que no se os olvide acompañar la comida con pan que otro día os contaré los beneficios de este gran incomprendido.
Si seguís estos pequeños consejos veréis como se nota, pero no en el sabor, solo en la ropa.

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