Comer felicidad

Parece una utopía pero nada más lejos de la realidad, la felicidad está en nuestra mano (eso lo sabíamos) y lo mejor de todo... ¡se puede comer! Y no me refiero a algún cóctel extraño de fármacos, es mucho más simple (y más sano). En nuestra vida hay multitud de actos y alimentos que nos provocan placer y nos producen (aunque sea de forma momentánea) felicidad. El nexo se encuentra en la palabra del siglo XXI: la serotonina que, para entendernos, es un neurotransmisor (algo parecido a un mensajero químico) que todos los antidepresivos que existen en el mercado tratan de aumentar ya que su falta se aprecia en las depresiones y demás cuadros depresivos.

El quid de la cuestíón se encuentra en fabricar dicha serotonina, si conseguimos aumentar nuestros niveles podemos ser un poquito (o bastante) más felices, ¿cómo lo hacemos?

-Los alimentos ricos en triptófano como el queso, lácteos, huevos, pollo, pavo y soja contribuyen favorablemente en el aumento de los niveles basales de serotonina.
-Para la síntesis de serotonina necesitamos además aportar alimentos ricos en Omega 3 (pescado azul, frutos secos...), magnesio y zinc (legumbres, productos integrales...).

-Comer chocolate está demostrado que es otra forma de darle alegría a nuestro cuerpo. Un inocente bombón contiene alrededor de 100 sustancias susceptibles de tener algún efecto adictivo, algunas similares a las de la marihuana.
-Los plátanos son fácilmente digeribles y además ayudan a la fabricación de serotonina consiguiendo un efecto calmante sobre el sistema nervioso, fomenta el pensamiento positivo y un estado de ánimo optimista.
-La piña es otro estimulante del bienestar físico y un gran aliado contra la frustración. Contiene compuestos activos que estimulan la producción de serotonina, generando una optimista vitalidad. Al mismo tiempo, otros componentes calman la ansiedad y alivian la agitación nerviosa. Para colmo, si tomas piña por la noche te estás administrando una pastilla natural para dormir ya que durante la noche el cerebro convierte el triptófano en melatonina, hormona del sueño.

-El deporte está relacionado directamente con el estado de ánimo ya que influye en la fabricación de endorfinas (las hormonas de la felicidad), además eleva la autoestima y produce sustancias calmantes que permiten aumentar el umbral del dolor y, así, hacer que resistamos más.

-Luz solar: se ha visto que los cambios de luz solar modifican los niveles de algunas sustancias cerebrales que afectan a nuestro estado de ánimo. Así, cuanta más cantidad de luz solar recibamos menos problemas afectivos tendremos.

-La meditación dispara la actividad en el área del cerebro asociada con la felicidad, el córtex prefrontal izquierdo.

-El clima también influye. Fue una investigación del psiquiatra español Antonio Bulbena  la que mostró los efectos del clima en el estado de ánimo: el viento aumenta los ataques de pánico, la lluvia relaja y el sol alegra.

-La práctica habitual del sexo aumenta también la producción de serotonina y eleva nuestra autoestima produciendo felicidad.


A partir de ahora no hay excusas para la tristeza. Enjoy.