miércoles, 6 de junio de 2012

5 al día

Muchos de vosotros me preguntáis habitualmente qué es lo que hay que comer para estar sano, si existe algún alimento rejuvenecedor o incluso que os dé trucos para mantener la figura y el peso, por lo que me parece buena idea empezar por lo fundamental.


Tan apetecibles y deseadas con estos calores va siendo hora de que las incorporemos para siempre en nuestra mesa  por varios motivos:

- Tienen un elevado contenido en agua por lo que son altamente refrescantes.
- Poseen un alto contenido también en fibra, que entre otras, tiene un alto poder saciante, ayuda a regular el tránsito intestinal y al crecimiento de la flora intestinal.
- Su aporte en vitamina C es exclusivo, conocido antioxidante capaz de retrasar los procesos de envejecimiento prematuros que ayuda a cicatrizar y además mantiene sanos los dientes y las encías.
- Nos proporcionan vitamina A que mantiene saludables los ojos y la piel y ayuda a proteger frente a las infecciones.
- Destaca su alto contenido en ácido fólico que mantiene la piel sana, previene la anemia y es indispensable en el embarazo.
- Es relevante además su contenido en potasio que participa en la regulación de la tensión arterial.
- Para colmo aportan valores bastante bajos de energía por lo que son el complemento perfecto de cualquier comida sin elevar apenas el contenido calórico de la misma.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) recomiendan un consumo mínimo de 5 al día (unos 400 g), excluyendo patatas y otros tubérculos. Y, como siempre les digo a los niños, una de cada color, para así asegurarnos de aportar toda la variedad posible de micronutrientes, por lo que si tenemos 5 colores principales en la naturaleza (rojo, amarillo, verde, blanco y naranja) cada ración debe ser de al menos uno de ellos.

Por último daros unos consejos para optimizar el consumo de frutas y hortalizas:

- No almacenarlas en envoltorios de plástico que impiden su respiración.
- Evitar el pelado de las mismas y en caso de que éste sea imprescindible (tipo naranjas, plátanos...) realizarlo de forma superficial para evitar la pérdida de nutrientes.
- Realizar las preparaciones de frutas y hortalizas justo antes de su consumo para evitar la pérdida vitamínica.
- Consumirlas preferentemente en crudo ya que con el calor se destruyen la mayoría de las vitaminas.
- Lo ideal es tomar las de temporada ya que así conservan todo su sabor y propiedades nutritivas y presentan una mejor relación calidad precio.

¡Qué aproveche!

2 comentarios:

  1. Siempre oigo lo mismo, que las frutas sacian...y tiene su lógica, por lo que comentas de las fibras, pero creo que hay alguna cosa que no se debe contemplar, porque hablando con la gente les pasa lo mismo que a mi: que necesita comer mucha para saciarse y que además enseguida (1 hora-2 como mucho) tiene mucha más hambre que antes de comerla...

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    1. Y tienes gran parte de razón, no eres el único al que le sucede. El motivo de que sacien pero al rato tengamos hambre (más incluso que antes de comerlas) es que aportan energía en bajas cantidades pero en forma de azúcares, es decir, sacian un rato por la elevada cantidad de agua y de fibra pero al tener azúcares éstos pasan rápidamente al torrente sanguíneo y el cuerpo se queda como con ganas de más. El "truco" para tener el estómago entretenido es tomarlas con algún alimento proteico (lácteos desnatados, fiambres magros...) o con algún hidrato de carbono complejo (pan integral, cereales...) así apenas sumaremos calorías y el vaciamiento gástrico será más lento, por lo que nos dará hambre mucho más tarde.

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