miércoles, 27 de junio de 2012

6 razones para no tomar refrescos


Hace unos días nos hacíamos eco de una noticia polémica: en los Estados Unidos de América se prohibía la venta en restauración de refrescos de más de 0'59 litros de tamaño siempre y cuándo éstos sobrepasaran las  25 kcal aproximadamente en cada 1/4 de litro (es decir todos los refrescos excluyendo los light). Además excluía de esta prohición los famosos cafés de la conocida cadena "Starbucks" ya que su contenido en leche supera el 50% (aunque en muchos de ellos también se sobrepasan las 600 kcal pero como llevan leche... dejaremos "Starbucks" para otro día).




Los refrescos estamos cansados de escuchar que son nefastos para la nutrición, que aportan calorías vacías, que engordan... ¿pero realmente son tan malos? Juzgad vosotros.

1.- El principal problema de las bebidas carbonatadas (y también el más conocido) es que aportan energía innecesaria. Aproximadamente unas 45 kcal/100 ml que a simple vista no parecen demasiadas pero, ¿quién toma solamente 100 ml? Si nos tomamos un par de vasos al día estamos consumiendo unas 225 kcal que ni nos sacian ni necesitamos. Además las llamamos calorías vacías porque solamente aportan energía en forma de azúcar que son hidratos de carbono pero en su forma simple (sabemos que los azúcares simples si no se queman se transforman rápidamente en grasa). Además no aportan vitaminas, ni minerales, ni fibra...
2.- Uno de los ingredientes más importantes de estos refrescos es el ácido fosfórico, un gran desconocido para la mayoría de los mortales pero fundamental en este tipo de industria ya que entre sus utilidades se encuentra la de dar sed (para que sigamos bebiéndolos que si no pierden la gracia), qué paradoja, ¿por qué se denominan refrescos si no quitan la sed? Para colmo esta sustancia tiene otra particularidad y es que saca el calcio de los huesos (no es que no nos permita absorber el calcio de los alimentos, es que saca el que hemos construido) provocando descalcificaciones severas tanto en adultos como en niños.
3.- Otro ingrediente típico en estos refrescos es el agua carbonatada que provoca el gas (que no es más que dióxido de carbono) cuyo consumo además de provocar hinchazón abdominal, sensación de pesadez, gases... está asociado a la presencia de cálculos renales.
4.- Muchos de estos refrescos llevan cafeína, no mucha (una botella tiene aproximadamente la  cuarta parte que un café) pero ésta cafeína es más efectiva que en el café ya que la cafeína potencia sus efectos cuando está fría y además en el café existe la posibilidad de rebajarla con leche pero los refrescos se suelen tomar entre comidas por lo que potencian la absorción de la misma. La cafeína (con moderación) aumenta la concentración e incluso el rendimiento pero no hay que olvidar que produce alteraciones nerviosas, espasmos, aumento del ritmo cardíaco y lo más importante, adicción.
5.- A todo esto hay que sumarle que entre sus ingredientes llevan colorantes, conservantes, saborizantes, aromas... (todos esos E- que vemos en la etiqueta) que no es que sean perjudiciales (al menos no con moderación o no está demostrado aún) pero hay que recordar que van dentro de un alimento que no necesitamos y que ya tomamos bastantes en la mayoría de los alimentos.
6.- Algunos de nosotros elegimos la alternativa light (0 kcal) para tomarlos pero tampoco son una opción muy recomendable, sobre todo en el abuso ya que las bebidas light llevan edulcorantes artificiales (aspartamo, acesulfamo) que pueden provocar alteraciones nerviosas (no hay que poner el grito en el cielo, ésto se puede producir en altas dosis repetidas en el tiempo).

1 comentario:

  1. a parte el tomar mucho refresco ocasiona infecciones urinarias y lo que es peor problemas en el riñon

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